Los morteros de cal son aquellos que están fabricados con cal, arena y agua. La cal puede ser aérea o hidráulica. En España, el tipo de cal viene regulado en las normas UNE 41.066 y 41.068.
Este tipo de morteros no se caracterizan por su gran dureza a corto plazo, sino por su plasticidad, color, y maleabilidad en la aplicación.
En la actualidad, varias facultades de arquitectura, de física y de química de las universidades de Granada y Sevilla se han coordinado para realizar estudios de campo documentados y tesis sobre la cal aérea utilizando muestras de cal "añeja". Este es un factor determinante en su posible uso por parte de profesionales ya que entre el ramo de la arquitectura y construcción en la actualidad se desconoce por completo su utilización ya que no se enseña en las facultades hace casi un siglo en favor de materiales más modernos y los únicos libros serios de referencia que existen son muy antiguos, como por ejemplo el tratado de arquitectura de Vitrubio y similares.
La cal aérea
La cal aérea en la construcción tradicional
La cal ya era conocida en el sexto milenio adC como material de construcción para morteros y revestimientos, ya que en Çatal Hüyük se han encontrado paredes revocadas con frescos y armadas con morteros. Posteriormente, gracias a investigaciones de arqueólogos se ha descubierto que se ha usado en periodos como el antiguo Egipto, imperio Asirio, Grecia clásica, en el imperio romano; también, fuera del Mediterráneo, fue usada por los Mayas, Incas y Aztecas en América y las primeras dinastías chinas o también las primeras dinastías indias.
Es muy importante no confundir la cal aérea llamada cal viva, con la cal hidráulica, ya que esta última contiene muchos silicatos y tiene un comportamiento diferente, sobre todo como material de construcción. La cal hidráulica tiene un comportamiento similar al cemento blanco, por lo que no es válida para restaurar monumentos antiguos, ni para la "vio-construcción", a pesar de lo que se viene diciendo con campañas de marketing de un tiempo a esta parte.
Solo la cal aérea tiene capacidad bioclimática y es capaz de conservarse en perfectas condiciones durante siglos, ya que posee poros que dejan transpirar las paredes y al mismo tiempo la impermeabilizan. También el núcleo que conserva, regula la temperatura del interior de una casa gracias al efecto de "respiración" de la casa a través suyo. Para ello, el resto de los materiales deben ser tradicionales, como piedra, barro, ladrillo tradicional, etc.
Cuando apagamos una cantidad de cal cualquiera, la podemos almacenar en una "balsa" o "pudridero" durante años, dejando que siga apagándose y madurándose. El periodo mínimo para poder ser usada es de seis meses; cuantos más años pase en reposo, mejor comportamiento tendrá después, carbonatándose de forma óptima al utilizarse en revocos, estucos o morteros. Por supuesto, no todas las canteras de cal ofrecen la misma calidad de producto y cuanto mayor porcentaje de carbonato tenga una cal, mejor calidad tendrá la cal apagada, siendo las ideales las que se acercan a la composición del mármol.
Durante esa maduración, dure lo que dure, sigue siendo cáustica y cualquier elemento orgánico que caiga en la "balsa" acabará desapareciendo devorado por la cal.
En la antigüedad, cuando se comenzaba la construcción de algún monumento (catedrales, palacios, etc), se preparaban las balsas de cal, ya que era el último elemento que se usaba en grandes cantidades y como la construcción era muy lenta, en algunos casos duraba más de un siglo, la cal iba madurando para cuando fuera necesaria. Los antiguos caleros decían que la cal ideal era la que llevaba al menos treinta años en reposo y la denominaban "chica" mientras que a la cal de entre veinte y treinta años la denominaban "chico".
Hasta hace poco más de un siglo, o siglo y medio, dependiendo de la zona de España, cuando alguien tenía un hijo se preparaba una balsa de cal para cuando este tuviese que emprender la construcción de su casa.
Una vez que la cal se utiliza, empieza a cristalizar y a carbonatarse, desde la superficie hacia dentro, conservando un núcleo húmedo que es el que le confiere sus propiedades y elasticidad, gracias a la cual tiene un comportamiento mecánico mejor que un cemento portland, tanto para revocos exteriores como interiores, así como para morteros y otros usos.
Al cabo de cientos de años, la cal apagada, después de carbonatarse completamente, retorna a su estado original en la cantera, que es el de roca caliza.
Una observación importante es que la cal apagada no tiene propiedades adherentes y por lo tanto su fijación es mecánica a los huecos de la piedra o el ladrillo, por lo que si se va a aplicar a una pared lisa, previamente, hay que picarla para crear unos pequeños "hoyuelos" en toda la superficie donde se pueda "agarrar".
Otros usos de la cal aérea
Otro uso de la cal es en "lechada" para jalbegar (pintar) las paredes y en algunos casos los techos con una brocha gorda. Esta pintura tiene, como los enfoscados, revocos, estucos, etc. de cal aérea apagada, un comportamiento bioclimático que hace que un edificio tenga frescor en verano y calor en invierno, el efecto vasija de barro o botijo.
Se utiliza en la técnica de construcción llamada tapial, ya que forma parte de la mezcla usada.
También puede ser usada para la creación de caminos de tierra o con mortero de cal que mantienen y regulan la temperatura de su superficie creando una zona con microclima "suave" y evitando la creación de charcos.
Así mismo puede usarse para desinfectar superficies como paredes o evitar plagas en árboles pintando la superficie de su tronco con lechada de cal.
Precauciones al "apagar" o "matar" la cal
La cal al contacto con el agua reacciona alcanzando una temperatura de 90º C por lo que hay que tener cuidado ya de por sí con el recipiente donde se hace. Sólo debe hacerse en recipientes metálicos o de ciertos plásticos.
Durante este proceso y posteriormente, la cal se vuelve cáustica y puede provocar quemaduras químicas muy graves. Si una parte de cal cae sobre nuestra piel o sobre todo, en nuestros ojos, es muy importante:
Ya que siempre hay una pequeña proporción que sigue manteniendo su composición original y reaccionaría hirviendo. En el caso de tratarse de un ojo habría muchísimas posibilidades de perderlo. Es mejor que los restos cal salgan gracias a las secreciones lacrimales, aunque es muy doloroso.
Para la operación de apagado, en la que hay que batir a pocas revoluciones la mezcla para oxigenarla bien, siempre hay que usar guantes y gafas protectoras.
Mejor usar pintura normal.
La cal hidráulica
Uso e historia de la cal hidráulica
La cal hidráulica fue creada en Francia en 1821 ya que en este país las canteras de cal, al igual que en las de Bélgica y Alemania, daban una roca de pésima calidad con muchos silicatos en comparación a las canteras de países como España e Italia.
Básicamente la cal hidráulica se comporta en la construcción como un cemento portland blanco pero con peores resultados.
Los franceses consiguieron su uso masivo prohibiendo en sus colonias, sobre todo en las norteafricanas, el uso de la cal aérea y obligando a usar la cal hidráulica.
Dentro de las cales hidráulicas existen las cales hidráulicas naturales, son naturales ya que no tienen ningún tipo de aditivo, como los cementos y poseen mucha más resistencia que una cal aérea, las cales aéreas para poder usarse en construcción deberá estar siempre mezclada con algún tipo de aditivo llamados puzolánicos (cemento, escoria, etc.) para obtener resistencia; se pueden utilizar en rehabilitación de edificios antiguos como en Bioconstrucción ya que no contiene ningún tipo de Sulfato, Aluminatos, Sales, etc… y que pueden dañar tanto el edificio a rehabilitar o a construir.
La resistencia de este tipo de cales viene dada por la combinación de sílice que se da durante el proceso de cocción de la cal, mientras que en las cales hidráulicas no naturales se consigue su resistencia por adición de elementos puzolánicos durante el proceso del fraguado.
Tratamiento de quemaduras oculares por cal viva
Las causticaciones son muy graves especialmente cuando se trata de quemaduras con álcalis como son la cal viva y la sosa cáustica. Estas sustancias químicas, aparte de quemar la superficie, tienen acción sobre el medio intraocular puesto que se difunden a través de la pared del ojo causando secundariamente lesiones intraoculares.
Por ese motivo es especialmente necesario, una vez efectuado el diagnóstico, irrigar profusamente los fondos de saco conjuntivales con suero fisiológico. Si éste no está disponible, también se puede usar agua potable durante un período de 30 minutos con el objeto de producir una dilución no solamente de lo que hay en la superficie sino que también, por gradiente de difusión, permitir la extracción de la sosa cáustica que ha difundido al interior del ojo.
En el caso de cal viva hay que recordar que las partículas de cal viva pueden anidarse en la conjuntiva y perpetuar la quemadura. Por lo tanto, es importante revisar bien los fondos de saco con anestesia ocular, incluyendo por supuesto la eversión del párpado superior.
Etiquetas: Arquitectura, visarq
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